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México: reducción histórica de la pobreza a pesar del bajo crecimiento.

Por: J. Eduardo Valle Zárate[1] /economía 4.0 UAM Azcapotzalco / 24 de septiembre de 2024

En México, la pobreza ha disminuido notablemente, como lo adelantó el CONEVAL en 2023 y ahora lo secunda el Banco Mundial, y sin embargo el PIB ha registrado un crecimiento débil.  Esa realidad constituye un reto para la concepción tradicional de la macroeconomía que se manejó en décadas, postulando que el crecimiento es la condición para disminuir la pobreza, bajo la trillada metáfora del pastel que debe crecer para que alcance para todos. El desempeño de la relación pobreza-crecimiento pasó de largo por este postulado, ya que el gasto público y la redistribución basada en una política salarial expansiva han sido motores de una economía que, a pesar del bajo crecimiento, descendió la pobreza.

¿Cuántas personas han salido de la pobreza por ingresos en México?

  • El Banco Mundial estima que fueron 9.5 millones de personas en el periodo de 2018 a 2024.
  • Con una metodología distinta a la de este organismo, CONEVAL publicó que fueron 5.7 millones de personas entre 2018 y 2022.
  • Mi estimación -con las líneas de pobreza del CONEVAL- se sitúa en 7.8 millones de personas que habrían salido de la pobreza entre 2018 y 2024 -a partir de la relación histórica entre ambas publicaciones- (Gráfica 1).

¿Y cómo se compara la relación pobreza-crecimiento del sexenio que termina con los de la historia reciente?

Sólo durante el mandato de Vicente Fox se había registrado una caída de la pobreza.  En los últimos seis años fue de 7.8 millones de personas mientras que con el presidente panista fue de 6.2 millones. Sin embargo, hay una diferencia significativa: con Fox la economía creció en 11.4% de forma acumulada durante su gobierno, en tanto que con AMLO tan solo 5.1%[2]. Siguiendo la metáfora del pastel, con Fox el descenso de la pobreza debió ser mayor.

Con Zedillo, Calderón y Peña Nieto la pobreza no solo no descendió, sino que se incrementó. En el sexenio de Calderón se sumaron 14.8 millones de pobres respecto al inicio de su sexenio mientras la economía creció 8.6% durante el mismo periodo. Zedillo fue el que condujo al mayor crecimiento de la economía, gracias al impulso del TLCAN, con una tasa promedio de 3.6% en el PIB y 22.8% de forma acumulada, pero aumentó en 5.7 millones el número de pobres. Con crecimiento o sin él, los pobres aumentaron (Cuadro 1).

Así, a pesar de que el crecimiento económico con AMLO ha promediado un magro 0.9% anual, siendo el más bajo de los últimos cinco sexenios, los registros de la disminución de pobreza son sobresalientes y ello obliga a analizar cómo se llevó a cabo este proceso y desde luego, plantearse cuán sostenible es mantener la disminución de pobreza sin alcanzar un nivel de crecimiento significativamente mayor en los años próximos.  El mayor pendiente es la pobreza extrema pues no se redujo en el sexenio, por lo tanto, es fundamental encontrar los mecanismos para crecer y mantener la redistribución alcanzando a los sectores más vulnerables.

Los dos ejes principales de la lucha contra la pobreza han sido el gasto social y el fortalecimiento del mercado laboral. El gasto en programas sociales refleja un incremento sustancial y la recuperación de empleos llevó la tasa de desocupación a niveles mínimos históricos. En complemento, el salario promedio del IMSS se ha incrementado 22% real en el sexenio y se tiene una menor tasa de informalidad, en otras palabras, se confirman avances en cantidad y calidad del empleo.

Sin duda, el nuevo modelo de política económica pone sobre la mesa interrogantes respecto al corazón de la macroeconomía: la relación entre crecimiento y bienestar.

Gráfica 1. Se revierte la tendencia creciente de pobreza por ingresos iniciada en 2006

Fuente: Elaboración propia con datos de CONEVAL.

Cuadro 1. En los últimos años se reduce la pobreza a pesar de la crisis económica

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de INEGI y CONEVAL.

[1] Analista y consultor. Licenciado y maestro en Economía por la UAM, con estudios de posgrado en econometría, finanzas y regulación.

[2] Considerando un crecimiento del PIB de 1.4% anual para 2024.




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Balance positivo de finanzas públicas pero con riesgos latentes en 2025

Las finanzas públicas estarán bajo especial escrutinio de políticos y analistas durante este y el próximo año, consecuencia del incremento en el gasto anunciado hace un mes en los pre- criterios de política económica. La Secretaría de Hacienda estimó para este año un déficit público de 5.9% como proporción del PIB, el mayor del sexenio y de varios años, con un importante ajuste del gasto en 2025. En este contexto se publicaron recientemente los resultados del primer trimestre, mismos que estuvieron muy cercanos a lo programado, aunque se identifican algunas señales de riesgo.

Los ingresos crecieron 2.4% anual en términos reales muy cercano a lo presupuestado, no obstante, es importante mirar su composición: los ingresos petroleros y la recaudación de ISR o IEPS se ubicaron por debajo de su meta. Los primeros fueron impactados negativamente por la fortaleza del peso frente al dólar y los segundos por la debilidad económica reciente. La compensación se registró en elementos como el IVA (asociado al impulso del consumo por el adelanto de programas sociales), y también por ingresos no tributarios, que son recursos no recurrentes para el gobierno federal (ver gráfica 1).

En el rubro de gasto, como se anticipaba, se registró un importante aumento de 18.8% real anual, asociado principalmente al adelanto de apoyos y gasto en obra pública. A pesar de ello, su nivel se ubicó por debajo de la meta presupuestal prácticamente en todos sus rubros (ver gráfica 2).

En consecuencia, se observó que tanto el déficit público como el primario, estuvieron por debajo de lo presupuestado. Una primera lectura nos dice que es posible intensificar el gasto en el resto del año, pero hay que considerar dos elementos de riesgo:

  • Los ingresos presupuestarios del primer trimestre fueron apoyados en buena medida por recursos que no son recurrentes. Su posible ausencia en el resto del año podría generar presiones fiscales.
  • La perspectiva de crecimiento para el segundo semestre es de una desaceleración más profunda que impactaría negativamente la recaudación tributaria.

Por otro lado, el nivel de deuda se incrementó como porcentaje del PIB por la desaceleración económica registrada al inicio del año (% anual desde % el trimestre previo). En contraste es importante señalar que el costo financiero disminuyó -3.9%, lo que refleja un mejor perfil de vencimientos puesto que el nivel de tasas de interés no se modificó respecto al año pasado. Si bien la deuda no representa un elemento de preocupación, su evolución también está sujeta al desempeño de la economía y a la capacidad de generar ingresos por parte de la administración pública.

La evaluación global es positiva en términos de su cercanía con lo presupuestado, sin embargo, es importante ser cautelosos pues persisten riesgos para el resto del año, principalmente en materia de ingresos.

  1. Eduardo Valle Zárate[1]

Gráfica 1. Ingresos 1er. trimestre 2024 vs. Presupuesto

(miles de mdp)

Fuente: Elaboración propia con datos de SHCP.

 

Gráfica 2. Gastos 1er. trimestre 2024 vs. presupuesto

(miles de mdp)

Fuente: Elaboración propia con datos de SHCP.

 

 

[1] Analista y consultor económico. Licenciado y maestro en Economía por la UAM, con estudios de posgrado en econometría, finanzas y regulación. Con publicaciones en libros y revistas de diversas instituciones.