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El porqué de la depreciación cambiaria reciente

Al cierre de agosto el dólar se cotizaba en $19.65, esto es 15% más respecto al cierre de mayo ($17.00) -previo a las elecciones- y es la moneda emergente con mayor retroceso en dicho periodo. Esta depreciación va de la mano del incremento en el riesgo país (ver gráfica 1) y de la volatilidad en los mercados financieros (ver gráfica 2), no obstante, es pertinente identificar cuáles son los elementos que la impulsan.

La depreciación reciente del peso frente al dólar se explica tanto por razones externas como internas, sin embargo, en tiempos recientes las segundas han adquirido mayor relevancia. Advertimos que el escenario de riesgos aún no alcanza su máxima expresión.

Entre las razones externas de la depreciación del peso encontramos el nerviosismo ante la desaceleración de la economía estadounidense -que provoca movimientos de capitales a mercados seguros (fly to quality), así como el incremento reciente de las tasas de interés en Japón que disminuyen el fondeo internacional mediante yenes (carry trade). En ambos casos la consecuencia inmediata ha sido un incremento en la volatilidad y mayor fortaleza del dólar.

El factor interno más relevante es el resultado electoral. El triunfo del bloque oficial para la presidencia y las cámaras estaba prácticamente descontado, sin embargo, la obtención de la mayoría calificada en el legislativo ha inyectado una dosis adicional de volatilidad. Para sus críticos, la percepción de alta concentración de poder y la aprobación de reformas constitucionales -entre ellas la del poder judicial y la desaparición de organismos autónomos-, representan un riesgo para la inversión privada en una etapa incipiente del nearshoring que podría limitar su potencial.

En adición, es importante la presión sobre las finanzas públicas, puesto que en este año se espera un fuerte incremento al gasto y déficit públicos, mismos que fueron aprobados en aras de terminar las obras comprometidas por la actual administración. El ajuste será muy necesario para regresar al equilibrio fiscal visto durante los primeros cinco años del actual sexenio.

En el horizonte cercano se advierten eventos que pueden impactar negativamente a la cotización de la moneda nacional:

  • La publicación y aprobación del presupuesto 2025. En este anuncio será fundamental la solidez de los supuestos macroeconómicos, así como el plan de financiamiento y gasto para estabilizar el riesgo país o posibles deterioros a la calificación crediticia soberana.
  • En el plano internacional las elecciones en Estados Unidos y nuevos incrementos a la tasa de interés en Japón, podrían ser olas que traigan una depreciación mayor al peso mexicano.

La mayor preocupación no es la depreciación en sí misma sino la inestabilidad, pues dificulta la planeación para cualquier empresa o agente económico. Lo que hará que la incertidumbre concluya es que hay un respaldo sólido en la oferta nacional de dólares (por los flujos de remesas, exportaciones y las reservas del Banco Central); incluso, podríamos decir que el saldo hasta ahora no es alarmante pues recordemos que durante el año previo el peso mostró una fuerte apreciación, pero de eso platicaremos en una próxima edición.

  1. Eduardo Valle Zárate[1]– 05 de septiembre de 2024

Gráfica 1. El tipo de cambio refleja incrementos del riesgo país

Riesgo país: diferencia entre el rendimiento de bonos en dólares a 10 años de EUA y México.

Fuente: Elaboración propia con datos de Banco de México.

Gráfica 2. Depreciación cambiaria como consecuencia de alta volatilidad

Fuente: Elaboración propia con datos de CBOE y Banxico.

[1] Analista y consultor económico. Licenciado y maestro en Economía por la UAM, con estudios de posgrado en econometría, finanzas y regulación.