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Buena parte del financiamiento del gobierno federal en el actual sexenio se basa en un destacado esfuerzo recaudatorio. Los ingresos tienen principalmente de tres fuentes: la renta petrolera, la recaudación y la deuda. Una situación compleja en Pemex, la volatilidad de los precios internacionales del petróleo y la disciplina hacendaria a favor del no endeudamiento, han acrecentado el protagonismo presupuestario de la recaudación.

Durante 2023 los ingresos tributarios no petroleros (sin IEPS de combustibles) crecieron 4.3% -más que la economía en su conjunto- y durante los últimos cinco años lo han hecho 3.0% en promedio anual. Estos resultados deben evaluarse a la luz de dos hechos: 1) se lograron sin una reforma fiscal, y 2) enfrentaron el cierre de actividades durante la pandemia por COVID, misma que ocasionó la caída más profunda de la actividad económica desde los años treinta (-8.6% real anual en 2020).

La recaudación de ISR e IVA son los indicadores por excelencia para evaluar el esfuerzo tributario. Durante 2023 los montos obtenidos por estos dos impuestos representaron el 12.2% del PIB, llevando el promedio de los últimos cinco años a 11.4%, niveles muy superiores a lo registrado en los tres sexenios previos (Gráfica 1). Cabe señalar que, si bien la mayor recaudación de ISR abarca tanto a empresas y asalariados, se ha realizado con mayor énfasis en personas morales (Gráfica 2), reflejando una mayor postura redistributiva del Estado.

Otra importante fuente de ingresos es la renta petrolera, sin embargo, ha registrado algunas dificultades en años recientes. Los ingresos petroleros cayeron en un 30.7% real durante el último año y se ubicaron 18% por debajo de lo presupuestado, consecuencia de un menor precio de la mezcla mexicana (2023: US$70.9 vs 2022: US$88.9). En los dos años previos, el precio registró incrementos interanuales, en línea con la restauración de cadenas productivas después del confinamiento. Adicionalmente la fortaleza reciente del peso también ha golpeado a los ingresos petroleros, pues un tipo de cambio menor reduce (en pesos) los ingresos obtenidos en dólares.

Estos resultados no deben interpretarse como un indicio de que el sector petrolero disminuya su importancia, los ingresos petroleros en 2023 fueron 1.07 billones de pesos corrientes -esto es alrededor de 3.4% del PIB- y sumaron importantes recursos para ejecutar el presupuesto.

En la prospectiva oficial para 2024 -según el presupuesto aprobado-, persiste la apuesta por mejorar la recaudación. Se espera incrementar moderadamente los ingresos tributarios, aunque es importante subrayar que dicho esfuerzo será insuficiente para compensar el deterioro de los ingresos petroleros.

Datos de la OCDE indican que durante 2022 México se ubicó en el último lugar en materia de recaudación dentro de los países miembros, esto limita de forma importante la capacidad de acción del Estado. Las estadísticas tributarias muestran que se han dado pasos en la dirección correcta, no obstante, todavía hay mucho espacio para mejorar. Sin duda es mucho más saludable apostar por la recaudación que asumir el costo presente y futuro de mayor endeudamiento.

Eduardo Valle [1] | febrero de 2024.

Gráfica 1. Recaudación de ISR e IVA: reflejo del esfuerzo tributario

Gráfica 2. Tendencia creciente en recaudación de ISR

[1] Analista y consultor económico. Licenciado y maestro en Economía por la UAM, con estudios de posgrado en econometría, finanzas y regulación. Con publicaciones en libros y revistas de varias instituciones.